Miguel Serrano y los nazis mágicos en Chile y Argentina


I

Miguel Serrano (1917-2009) fue un escritor y diplomático chileno, proveniente de una familia aristocrática de Santiago de Chile. Entre sus parientes se encontraba el poeta creacionista Vicente Huidobro (1893-1948), quien lo acercaría a la llamada Generación Literaria de 1938. En su juventud comenzó un giro radical, desde su breve paso por las influencias de las izquierdas para comprender las conjeturas políticas de la década de 1930 hasta ser uno de los principales fundadores y divulgadores del hitlerismo esotérico (Goodrick, 2002), como también un negacionista de los crímenes cometidos durante la Alemania nazi y judeófobo más representante de la lengua hispana (Guzmán, 2010).

Los aportes del escritor a la cultura del nazismo, antisemitismo, hitlerismo y supremacismo, lo llevan a ser uno de los puntos de referencia para las nuevas generaciones que presentan intereses en los viejos mitos germánicos raciales y la idea de una raza pura. Uno de los ejemplos lo presenta Raul Kollmann (1990) quien analiza las tendencias neonazis en Argentina y Isaac Caro (2007) quien estudia el fenómeno en Chile, España y Alemania.  En estos territorios, la antigua cultura nazi repercute en movimientos contemporáneos de extrema derecha y establece bases ideológicas para la acción política racista.

La potencialidad de la construcción discursiva de Miguel Serrano consistió en unificar un pensamiento mítico, político y religioso, llevándolo a desarrollar la idea de que la Segunda Guerra Mundial fue una “Guerra Cósmica” (Serrano, 1984:10), logrando trascender el componente meramente histórico. Serrano afirma que la derrota política militar del nazismo se transformó en un triunfo espiritual a cargo de Hitler, desarrollando una idealización y trasendentalización de su figura. Es importante mencionar que la actividad militante de Miguel Serrano cesaría sólo unos años antes de su muerte, en febrero del 2009 en Santiago de Chile.

Posterior a su muerte, junto con el crecimiento de las derechas radicales y el auge del posfascismo en la era Global (Casal, 2003), la figura de Serrano vuelve a aparecer públicamente a través de ficciones literarias y juegos artísticos satíricos. En 2017 se publicó Serrano, escrito por Gonzalo León en Argentina y editado por la editorial Mansalva. El libro es una novela-ensayo que estudia la vida del autor mediante entrevistas y la confección de un personaje mitificado por la literatura. Lo interesante de este libro es observar las problemáticas éticas de trabajar una ficcionalización con su figura, pues en la portada del libro aparece el mismo Serrano realizando el saludo nazi en lo que sería el funeral del criminal de la SS Walther Rauff (1906-1984) en el Cementerio General de Santiago de Chile, acción que causaría un revuelo en los medios impresos de la época[1].

La segunda obra referida a la figura del escritor es un montaje multimedia realizado en Chile a través de relatos, pinturas y videos titulada, La vida ilustrada de Miguel Serrano (2020) a cargo de Gonzalo Rojas y dirigido por Joaquín Cociña y Cristóbal León[2]. La obra consiste en registrar de manera documentada una instalación con pinturas sobre una película que dirige el propio Miguel. El trabajo tiene claros objetivos irónicos y busca desmitificar su personalidad y vulgarizar su trabajo en la contemporaneidad a través de una metaficcionalidad y una política artística de reinterpretación de su figura desde una ideología contraria.

Si bien, ambas obras trabajan la figura del escritor de una forma más o menos cómica, comienzan a surgir algunas preguntas más específicas respecto a su figura y su relación con el impacto social y cultural que pudo tener o tiene en el presente siglo: ¿Quién fue Miguel Serrano? ¿Para quién escribía? ¿Tiene un aporte a las corrientes de la derecha radical? ¿Por qué trabajar su figura específicamente en este momento? ¿Contribuye o tiene alguna relación con la cultura posfascista contemporánea o los grupos supremacistas?

El objetivo del presente trabajo es analizar la construcción discursiva y la figura de Miguel Serrano a través de su vida, observando sus aportes a los idearios de la cultura nazista posterior de su derrota, lo que incluye el supremacismo, el hitlerismo esotérico y la judeofobia. Aunque la influencia de Serrano puede considerarse particular y minoritaria al interior de los círculos filonazis, su impacto tiene cierta profundidad que logra funcionar como referencia a las tendencias supremacistas contemporáneas. Un ejemplo de esto son sus mecanismos políticos de irrupción en el consenso ético político y su actividad semiótica negacionista aplicada a la comunidad judía (Guzmán, 2010).

Para realizar este trabajo se decide dividir en tres periodos histórico-discursivo la construcción del discurso y la figura de Serrano, estableciendo una cronología de formación y una genealogía de su pensamiento político sintetizada en el hitlerismo esotérico.

La primera etapa se encarga de la búsqueda de los primeros acercamientos de Miguel Serrano a la literatura y la política, abordando brevemente su participación en la Generación Literaria de 1938 (Alegría, 1967) y los posibles resabios literarios aplicados a su discurso. Este periodo se enmarca y concluye con su acercamiento al Movimiento Nacional Socialista Chileno (MNSCH) (Möller, 2000) y el inicio de su construcción discursiva.

La segunda etapa se centra en la construcción discursiva en el extranjero mediante su función de embajador en la India (1953-1962), Yugoslavia (1962-1965) y Austria (1965-1971) en donde compartiría con Carl Gustav Jung (1875-1961), Hermann Hesse (1877-1962), Ezra Pound (1885-1992), Indira Gandhi (1917-1984), Dalái Lama (1935), entre otras referencias. Este periodo es fundamental para esbozar las ideas del hitlerismo esotérico, alimentada también por Julius Evola (1989-1974) en Italia o Savitri Devi (1905-1982) en Francia.

Finalmente, se revisará su actividad tras su regreso a Chile en la década de 1980, en donde realiza una prolífica actividad de divulgación judeofóbica en lengua hispana y trabaja una concepción racial en la historia y política de Chile con varias referencias en la nación Argentina. Paralelamente establece distintas vinculaciones con círculos filonazis en plena dictadura de Augusto Pinochet, logrando ser un agente articulador del mundo posfascista y referencia del hitlerismo esotérico de carácter mundial.

Para concluir, se explora el impacto de Serrano en un presente globalizado por el internet, en donde la cultura de la extrema derecha se encuentra en crecimientos y existe una revalorización de las tendencias nacionalistas. Si bien, la figura de Serrano es marginal dentro de los círculos literarios y específica dentro del nazismo, es un punto de referencia profundo dentro de una red mundial de supremacistas, quienes encuentran en los discursos mítico, político y religioso de Serrano argumentos para solidificar una forma de hacer y plantear la política. Por lo demás, parafraseando a Goodrick (200:12) ¿Quién sabe qué tipo de política y sociedad surgirán entre los años 2030 y 2050, considerando la actual situación de inseguridad y el debilitamiento democrático en épocas de conflicto?

II

Primera etapa: Inicios en la literatura y la política

“A los escritores de mi generación se nos ha conocido en Chile como la Generación de 1938” comentaba Miguel Serrano el 2005 en el diario El Mercurio[3]. La generación literaria de aquella época se caracterizó por la superación del criollismo provinciano y asumir la penetración de las tendencias de realismo europeo y la literatura rusa en Chile, un ejemplo de esta narrativa es Manuel Rojas (1896-1973). En el ámbito de la poesía, emergieron tendencias surrealistas característica de las vanguardias europeas.[4]

En su tesis doctoral, Lucía Vásquez titulada El realismo social en Chile y la generación de 1938: la narrativa de Nicomedez Guzmán (2017), caracteriza aquella generación como “un despertar creativo nacional que desemboca en importantes y diversas manifestaciones en el campo artístico, poético y literario” (2017:184). Este estado creativo fue asumido por gran parte de la aristocrática intelectualidad chilena, que encontro en la cultura, literatura, periodismo, pintura, un campo en disputa para la formación del cuerpo social chileno, estableciendo una búsqueda existencial del individuo en la sociedad.

Estas inquietudes respecto a la identidad nacional chilena, se realiza en el complejo panorama mundial de la década que inicia con la Crisis de 1929 y continúa con la Guerra Civil Española en 1936. En este contexto “la función social del escritor, su esfuerzo por caracterizar al chileno dentro de un complejo de circunstancias históricas que lo relacionan nítidamente con el destino del mundo contemporáneo” (Alegría, 1967:80), llevó a muchos a una fuerte actividad político-cultural, incluso entenderla como una misma en su conjunto con la labor de escritor.

En este contexto es donde Miguel Serrano tiene los primeros acercamientos a la literatura gracias a la figura de su tío Huidobro (1893-1948), quién regresó de Europa luego de la experiencia del surrealismo francés y publicara su libro Altazor (1931). Esta relación familiar daría cuenta de dos momentos claves en sus acercamientos a la política y su labor literaria.

El primero es la participación en periódicos de izquierda, en los que Huidobro tenía presencia, entre ellos La hora (1935-1951) y las hojas Sobre la marcha de Blanca Luz Brum (1906-1985) en el periodo presidencial del Frente Popular Chileno (1936-1941). El segundo momento es el origen de su primera publicación literaria, Antología del verdadero cuento en Chile (1938), la que algunos clasificarían como “combativa, parecía indicar una predilección por la narrativa de inspiración kafkiana y surrealista” (Alegría, 1967:88).

En el prólogo de la antología, Serrano comenta que la selección de cuentos se rige por una condición nacional antes que una intención literaria, “El número está unido por una calidad, por un deseo de realización, de expresión hoy” (1938:15), esbozando un panegírico político antes que una descripción específicamente literaria. Continúa diciendo “el deber de nuestra generación es organizar la vida conforme a la verdad, conforme a ella misma. América del Sur, continente nuevo, se contagia de Europa. Es necesario luchar contra el imperialismo espiritual” (1938:13).

Entre los once escritores de la antología, incluyendo a Serrano con el cuento Hasta que llegue la luz (1938:187), se presentan dos tendencias claras. La primera cercana al surrealismo, directamente influenciada por Huidobro, los que incluyen a Braulio Arenas (1913-1988), Teófilo Cid (1914-1964) y Juan Emar (1893-1954). La segunda, relacionada con el realismo social, cuenta con Carlos Droguett (1912-1996), Eduardo Anguita (1914-1992), Anuar Atías (1917-1979), Adrián Jiménez (s-n-s-n), Juan Tejada (1916-1972) y por último Héctor Barreto (1917-1936), a quien se le dedica el libro.

Respecto a esto Vásquez señala sobre el fenómeno de las dos corrientes literarias presentes en la antología “ambas tendencias eran parte del surrealismo chileno y una de sus características fundamentales era el “monólogo interior” desarrollado en el mundo de los sueños, los símbolos esotéricos o de la libre fantasía creadora” (2017:192), encontrando pequeños elementos compositivos del futuro discurso esotéricos de Serrano.

El asesinato de su amigo Héctor Barreto, paradójicamente por milicias de nacis criollos[5]  del Movimiento Nacional Socialista Chileno fundado por Jorge González von Marées y vigente entre los años 1932 y 1938 (Möller, 2000:71) muestra el impacto de la polarización política de la época en Chile, alentada por la Guerra Civil Española, donde socialistas y nacionales socialistas se enfrentaban con efervescencia en las calles de Santiago.

En este período es donde Miguel Serrano comienza su giro hacia el nacionalismo. En una entrevista realizada por Olivares para el diario La Segunda comenta un hecho trascendental cuando su tío Vicente Huidobro lo invita a España para participar en la Guerra Civil Española: “¿por qué voy a ir a luchar allá? ¿Por el marxismo? Pero si yo no conozco el marxismo, pensé. Entonces le dije que no iba. Me encerré en mi casa y por meses, con todo lo que pude encontrar sobre marxismo (…) Leí y leí. De allí salí convertido en un antimarxista convencido. Tenía 19 años” (Olivares: 1984:14).

En la misma entrevista comentaría que el acercamiento al nacismo chileno fue a través del impacto de la Matanza del Seguro Obrero, en donde el 5 de septiembre de 1938 acribillaron a 61 nacis chilenos, dice: “En esos momentos yo era anti nazi … Esto me produjo un impacto tan grande como el de mi amigo Barreto” (Olivares, 1985:15). Esta sensibilidad respecto al acontecimiento lo llevaron a una mayor cercanía con el MNSCH, ingresando tempranamente como escritor en su órgano de propaganda titulado Trabajo (1932-1938), hasta que posteriormente fundara, editara y dirigiera la revista La Nueva Edad (1941-1943), estableciendo vinculaciones con variados alemanes en Chile, los que tenían un fuerte arraigo en el sur por la colonización de principios de 1900.

            En esta primera etapa de Miguel Serrano podemos conjeturar algunos aspectos de su cercanía con la cultura nazista y el desarrollo de su discurso hitlerista. El primero es que su cercanía al nazismo y nacismo se produjo entre 1936 y 1938 a través del MNSCH y su amistad con González von Marées. Si bien no se presenta un desarrollo político específico y un lineamiento estratégico por parte de Serrano, si le interesan los aspectos literarios y culturales.

En segundo lugar, el interés de las líneas esotéricas del nazismo correspondería posterior a la derrota de Alemania nazi, aunque también se podría relacionar con la influencia del surrealismo y su poética metafísica representada en lo onírico, mítico y espiritual. Si bien, no existe un estudio directo que relacione estos elementos: surrealismo francés y nacionalismo, si se logra encontrar relaciones en su futuro discurso a través de la dimensión onírica-mítica, bien lo reconocería y comentaría Jung en el prólogo de su libro Las visitas de la Reina de Saba (1960).

III

Segunda etapa: Formación y composición discursiva fuera de Chile

            Uno de los periodos más significativos en la construcción discursiva de Serrano y su figura se inicia tras la derrota de la Alemania nazi en septiembre de 1945 y la participación activa en el MNSCH. Entre los años 1947 y 1948 Serrano decide viajar a la Antártica como periodista de la revista Estanquero (1946-1954)[6] a través de una expedición de la Armada de Chile, a su regreso presentaría la conferencia titulada La antártica y otros mitos (1948), la que posteriormente seria autoeditada en formato opúsculo[7].

En aquel trabajo Serrano explora una serie de mitos antárticos utilizando un lenguaje poético, estableciendo vinculaciones más allá de lo racional y conceptualizando la Antártica como centro de poder. Entre las ideas presentadas destacó el libro, Hitler está vivo (1947) de Ladislao Szabó (Serrano, 1948: 29), el que plantea que Hitler no murió en Alemania y se refugió en aquellas tierras de hielo. Estas lecturas marcarían el inicio de lo que posteriormente sería el “complejo discursivo del hitlerismo esotérico, el origen perdido al cual se busca retornar y está vinculado con la región mítica de la Hiperbórea, ubicada en el polo” (Domínguez, 2010:92).

El origen del mito de la Hiperbórea proviene de la Antigua Grecia, señala una tierra mítica y armónica donde moran algunos dioses, entre ellos Apolo. Estas tierras son lo más cercano a la utopía y tierras idílicas, su utilización por parte de la mitología nazi proviene de establecer el punto de origen ario en aquel lugar. Estos temas son estudiados con detalle por Goodrick-Clarke en The Occults Roots of Nazism. Secret Aryan Cults and Theur influence on Nazi Ideology (2005) y Joscelyn Godwin en Arktos: The Polar Myth in Science, Symbolism, and Nazi Survival (1993).

Miguel Serrano logra realizar un ejercicio de apropiación de aquellas ideas en Chile y el continente en dos obras. La primera es Elellle, el libro del amor mágico (1972), donde se relata una ficción literaria mitologizada a través del camino del héroe/brujo en Los Pirineos, Los Himalayas y Cordillera de Los Andes. Esta «re-interpretación histórica permite poner a América en el mapa esotérico mundial y cimentar su “linaje” e importancia espiritual; de tal modo que el adepto que deseara acceder a la sabiduría prístina podía aspirar a encontrarla también en estas latitudes” (Domínguez, 2021:102).

El segundo libro corresponde a No celebramos la muerte de los dioses blancos (1992), un pequeño opúsculo que relaciona influencias mitológicas nórdicas con las culturas indígenas del continente a través de trabajos historiográficos y antropológicos. Estas ideas mitológicas de una supuesta descendencia racial aria (mito hiperbóreo) son transformadas y relacionadas con el origen del mundo prehispánico, estableciendo la vinculación y el argumento base para la adaptación racial nazista en el continente.

Las ideas de Serrano se apoyan en dos fuentes historiográficas y antropológicas. La primera, correspondiente de Nicolás Palacios (1854-1911), precursor del Movimiento Nacionalista en Chile y escritor de Raza chilena (1904), obra que presenta supuestos estudios sobre la descendencia vikinga en el continente. La segunda, son los estudios de Jacques de Mahiu (1915-1990), teórico y académico fascista nacionalizado en Argentina quien revitaliza el neofascismo en Latinoamérica y funda ideológicamente el Movimiento Tacuara (1950-1960). Según Jacques existen elementos antropológicos en Paraguay, Argentina, Chile y Brasil que señalan presencia vikinga, alimentando no solo un discurso nazista, también un fuerte nacionalismo argentino[8].

Es importante mencionar que gran parte de esta construcción discursiva se debe a la caída del régimen nazi, ya que “ni la derrota de los poderes del eje, ni la muerte en su bunker se tradujeron en el fin de la “mitologización” del nazismo y de su líder. De hecho, sucedió lo contrario” (Domínguez, 2010:100), posibilitó la extensión del régimen en la sociedad, rearticulando la dimensión política-militar a una dimensión mítica cultural, volviéndola un punto de referencia para la nueva generación de interesados en el nazismo y las ideologías supremacistas.

El momento crucial en la construcción discursiva y la figura de Serrano es a través de su función de embajador, gracias a la tradición aristocrática de la familia Serrano Hernández. El Gobierno de Chile lo designa como diplomático ante la Organización de Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial (ONUDI) en República India (1953-1962), República de Yugoslavia (1962-1965) y República de Austria (1965-1971). Su rol de embajador lo llevaría a relacionarse con una serie de personalidades destacadas de la época como también integrantes de la extrema derecha europea y criminales nazis.

Entre las relaciones que Serrano sacó mayor reedito fue con Herman Hesse (1877-1962) y Gustav Jung (1875-1961), ambos leídos en el mundo hispanohablante de la época. Estas relaciones y experiencia de amistad con ambos son detallada en el libro El círculo hermético (1965/2007). Durante este periodo también comienza la articulación de dos de sus trilogías de viajes y búsqueda espiritual (Domínguez, 2021:87). La primera considerada “trilogía de la búsqueda del mundo exterior” indagando en las posibilidades de búsqueda espiritual en un plano físico y terrenal: Ni por mas ni por tierra: historia de una generación (1959), Quién llama a los hielos (1957) y La serpiente del paraíso (1963),

La segunda “Trilogía de la búsqueda interior” incluiría los viajes interiores o espirituales, en donde se encuentran La visita de la reina de Saba (1960), prologado por Carl Gustav Jung, Elella, un libro de amor mágico (1972) y Nos, libros de la resurrección (1980), mezclando diversos elementos literarios y místicos, sellando una de las características de su prosa literaria.

Lo que respecta al Hitlerismo esotérico se presenta con detalle en la “Trilogía del Hitlerismo esotérico”: El cordón dorado: hitlerismo esotérico (1978), Adolfo Hitler, el último avatar (1984) y Manú, El hombre que vendrá (1991). Si bien, esta trilogía se escribiría en una etapa de regreso a Chile, se pueden establecer influencias de su estadía en la India con Savitri Devi (1905- 1982), quien realizaba una síntesis del hinduismo y el nazismo, proclamando que Hitler era un Avatar. Por otro lado, la visión del tradicionalista y fascista Julios Evola (1898-1974), una de las figuras más influyentes para el movimiento posfascista italiano, también se refleja en la visión trascendentalita y hermética del pensamiento, como en las referencias y menciones de su obra.

La complejidad de desarrollo discursivo de Serrano puede ser definido como “un ambicioso ejercicio sintético y sincrético, que con frecuencia adquiere un cariz “barroco” y abrumador” (Dominguez, 2010:87). El discurso de Serrano es difícil parcializar o fragmentar, ya que cada postulado se encuentra asociado a su gran red de conceptos y entramados discursivos, alimentados por los hitleristas, supremacistas y diversos filonazis del mundo, logrando confeccionar un discurso cerrado.

La importancia de Serrano como agente del discurso no solo es por su capacidad enunciativa, sino por su capacidad de agenciamiento de tendencias nazistas que se presentan de manera silenciosa en un periodo de posguerra y adquieren preponderancia publica mientras se avanza hacia el 2000. Un elemento importante para aquella visualización es el auge en la década de 1990 con la era de la globalización y la llegada del internet (Guzmán, 2010:202), buscando en las tendencias de la cultura del New Wave alguna presencia esotérica marginal (Goodrick, 2002:12) y nuevas formas de subsistencia simbólica.

IV

Tercera etapa: Regreso a Chile y su actividad propagandística

            En 1970 tras la llegada de Salvador Allende a la presidencia en Chile, Miguel Serrano pierde su condición de embajador y decide quedarse en Europa, específicamente en Casa Camuzzi de Hermann Hesse, en la Suiza italiana[9]. Posterior a este periodo de residencia comienza sus primeros viajes de regreso a Chile hasta su estadía definitiva, entre ellos el de 1978 (Guzmán, 2010:2). En aquel verano Serrano aceptaría una invitación realizada por la Universidad de Chile para la clausura de sus cursos de verano, en donde presenta la conferencia titulada Richard Wagner y Friedrich Nietzsche, mientras que en la Universidad de Concepción dictaría Nietzsche, El eterno retorno y el nihilismo contemporáneo.

            En Chile la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990) comenzaba un proceso de enraizamiento a través de la aceptación del plebiscito de aprobación respecto a la actual Constitución Política de la República de Chile (1981). Frente a este acontecimiento Serrano presentaría varias discrepancias y críticas con el régimen militar respecto a su carácter neoliberal, las que realizaría mediante los escritos de ésta época[10].

Las actividades propagandísticas que Serrano comienza a desarrollar en este periodo tendrían dos ejes principales. El primero es la actividad judeofóbica contextualizada y articulada con las propias características del país, relacionando las esferas judías con el monopolio económica. La segunda, es la construcción identitaria racial chilena, la que serviría de base para establecer lineamientos políticos para recuperar la doctrina nacionalista en el continente, específicamente Chile y Argentina. Ambas ideas son arrastradas desde la política cultural nazista que Serrano había acumulado en el extranjero y articularía en la región.

La actividad judeofóbica de Serrano en su regreso a Chile en la década de 1980 es analizada por Gustavo Guzmán Castro en dos estudios, La judeofobia y mitos conspirativos (2008) y La negación del holocausto en Chile (2010). En ambos casos se exploran los discursos y mecanismos históricos de discriminación, como es la actividad semiótica de plantear la actividad judía en el mundo como intervencionistas en los gobiernos y una sujeción política que alimente sus fines de dominación. Generalmente esta actividad se trabaja desde la judeofobia por su irracionalidad en los argumentos, antes que una práctica política coherente.

Una de las actividades que realiza Serrano en este periodo es la publicación de Los protocolos de los Sabios de Sion y su aplicación en chile (1981), un texto antisemita conspirativo con prólogo de Julius Evola y una introducción para el contexto latinoamericano. Paralelamente se realizar una actividad pública que consiste en la instalación del tema negacionista del holocausto y la divulgación de la trilogía del Hitlerismo esotérico presentada con anterioridad (El cordón dorado: hitlerismo esotérico, 1978, Adolfo Hitler, el último avatar 1984 y Manú, el hombre que vendrá 1991).

Gran parte de estas actividades fueron seguidas con cautela por el semanario La Palabra israelita, fundada en 1930 hasta el presente[11] y por la Federación Sionista de Chile a través de la su publicación Mundo Judío con artículos como “La campaña neonazi mundial a llegado a Chile”, publicado en septiembre de 1978 en respuesta a las entrevistas que Serano realizó en medios de la época (citado en Guzmán, 2010:4) posterior a sus presentaciones en las universidades.

Guzmán logra rastrear con detalles las publicaciones de los medios impresos del periodo, demostrando una práctica semiótica de irrupción en los medios públicos, cuestionando concesiones éticas-políticas establecidas con anterioridad, una actividad negacionista que también se aplicaría posteriormente a los asesinatos de las dictaduras latinoamericanas utilizando los mismos mecanismos discursivos.

Uno de estos ejemplos es la divulgación de literatura antisemita, es así como logra tempranamente la traducción de El informe Leuchter. Fin de una mentira. Cámara de gas: holocausto judío (1989), libro que tiene su origen en el juicio en Canadá contra Ernest Zündel por divulgar material negacionista del Holocausto a través de su editorial Samisdat Publications. El informe Leuchter pretendía ser una un perito que contribuyera a su absolución, demostrando con pruebas seudocientíficas que las cámaras de gas no existieron.

La actividad judeofobica de Serrano se logra articularia con su segunda línea de trabajo, la recuperación del nacionalismo como única práctica política que salvará al continente del neoliberalismo y la interferencia judía. Uno de los libros que siguen estas líneas es El Plan Andinia. Estrategias sionistas para apoderarse de la Patagonia chilena y argentina (1987), el que básicamente consiste en el levantamiento de un Estado judío en el extremo sur del continente, el que arrebataría la Patagonia Chilena y Argentina.

Ernesto Bohoslavsky comentaría que aquel mito, sembrado en Argentina en la década de 1970 por los hijos de Eichmann y Walter Beveraggi Allende (1920-1993) “echa luz sobre el imaginario conspirativo de la extrema derecha de ambos países y su cambiante y utilitaria construcción del enemigo interno” (Bohoslavsky, 2008:224), utilizando políticamente según corresponda el caso.

La posibilidad de apuntar a un enemigo interno en ambos países, también implica un fenómeno de reconocimiento. Es aquí donde Serrano estrecha las actividades de su quehacer político nacionalista y el hitlerismo esotérico como punta de lanza que salvaguarda su accionar. Un ejemplo, son párrafos como el que aparece en el libro Adolfo Hitler: el último Avatar:

Estamos rodeados de peligros mortales. Al norte, la “axila” racial de Perú y Bolivia, donde se juntan los negros, con los chinos y mestizo de blanco: al oriente, cada vez más cercano por el comercio, el subcontinente afro-mulato del Brasil. Sólo con Argentina y Uruguay, quizás Paraguay, podríamos y deberíamos integrarnos siempre que en el Cono Sur se llegara a aplicar una política racista, eugenésica, aristogenésica, en beneficio del elemento blanco.(Serrano, 1995:434)

En este proceso de integración del hitlerismo esotérico y su aplicación desde una política más específica podemos encontrar una serie de trabajos, Nacionalismo, única solución para los países de América del sur (1986), Contra la usura (1987) el mencionado Plan Andinia (1987), que resulta ser una reescritura de lo presentado en Argentina, Epistolarios para impedir el fin de Chile (1995), como también una serie de opúsculos y conferencias posteriormente editadas: El nuevo orden trasnacional y la Patagonia (1991) y Se acabó Chile. La estrella de Israel reemplaza a la estrella de Chile (2001).

El trabajo de divulgación realizado por Serrano desde la década de 1980 es bastante prolífico, siendo capazde publicar en promedio dos libros por año hasta el 2005. Si bien, entre sus escritos se pueden rastrear especificaciones y curiosidades como Los ovnis de Hitler contra el nuevo orden mundial (1993) y comentario sobre fenómenos sociales como Imitaciones de la verdad. La ciberpolítica. Internet, realidad virtual, telepresencia (1993), sus trabajos generales siguen un desarrollo continuo y logra tener una recepción en las esferas nazistas del mundo.

La complejidad de la elaboración discursiva de Serrano implicaría un trabajo más arduo respecto a su gran variedad de textos y tipologías textuales, ensayos, propaganda, autobiografías y viajes, siendo esto solo una pequeña muestra de su construcción y elaboración, pero que alcanza a presentar su actividad política de divulgación y sus estrategias semióticas de negación a la comunidad judía.

V

Conclusiones: La figura de Miguel Serrano y su impacto discursivo en inicios del siglo XXI

            La figura de Miguel Serrano y su discurso se destacan por su particularidad y singularidad en los entornos filonazis y de extrema derecha. Como señala Bohoslavsky, su actividad “ha encontrado un límite en su propia actividad intelectual e ideológica, abrumadoramente esotérica, la cual ha contribuido a quitarle verosimilitud y seriedad a muchos de sus planteaos (2008:237).

Ahora bien, si consideramos una construcción discursiva supremacista, como es el nazismo o fascismo ¿qué ideas podrían justificar aquellos sistemas? Encontrando nada más que elucubraciones míticas, miradas religiosas y relatos de origen funcionales a un sistema económico.

El fenómeno de Serrano y su construcción discursiva también puede interpretarse a través de un problema de colonialidad, en el cual el colonizado busca identificarse con los países centrales. Respecto a esto, Goodrick-Clarke comentaría en su libro Black sun: Aryan cults, esoteric Nazism and the politics of identity (2002), “dada las actitudes racistas tradicionales hacia la población indígena y mestiza, los chilenos y los argentinos de ascendencia europea también se sintieron atraídos por los mitos nórdicos” (2002:173), presentando aquel fenómeno de búsqueda no solo particular del autor, sino de una generación.

Desde esta perspectiva, el discurso y la figura de Serrano mantienen su vigencia, no solo en la capacidad enunciativa del discurso, sino también en la rearticulación de tendencias supremacistas y nacionalistas en el presente siglo. A finales del 2023, se publica en Chile una nueva edición del libro Las visitas de Miguel Serrano: Peregrinaje por dos mundos (2023) escrito por su hijo José Miguel Serrano y editado por Ignacio Carrera Pinto Ediciones, caracterizada por un cataloga nacional socialista y antiglobalista. El libro es presentado por internet y comentado por el docente Roberto Iturriaga, revalorizando su figura en periodos de crisis social extremo.[12]

Ahora bien, hablar o discutir de los aportes de Serrano en la contemporaneidad no solo es abordar su figura y su discurso, implica visibilizar una red de editoriales, docentes, publicaciones, colectivos, que justifican en su figura el horror que deja en la humanidad una guerra y las huellas de la crueldad humana.

 

 

 

Bibliografía

 

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[1] Olivares, L. (1984). “Miguel Serrano: lo que piensa un Nazi”.  La tercera, 19 de agosto. Recuperado de: https://www.memoriachilena.gob.cl/archivos2/pdfs/MC0036993.pdf

[2] El proyecto de los autores se inscribe en Plan F, apoyado por un Fondo Nacional de Desarrollo Culturales y las Artes (FONDART). En el año 2024 Joaquín Cociña y Cristóbal León se presentan en el 77 Festival de Cannes con la película titulada “Los Hiperbóreos”, la que consiste en la ilusión y la narración de una mujer que hace revivir a Miguel Serrano.

[3] Serrano, M. (2005, agosto 26). Héctor Barreto. Pasajero del sueño. El Mercurio. Recuperado de:

http://www.letras.mysite.com/ms070905.htm

[4] Vergara, S. (1994) Vanguardia literaria: ruptura y restauración en los años 30. Chile: Ediciones Universidad de Concepción

[5] El Movimiento Nacional-socialista de Chile utilizaba la palabra -nacis con “C” para diferenciarse de los nazis alemanes y marcar características autóctonas. La producción historiográfica chilena considera esta diferencia.

[6] Van Buren, M (1997). “Historia de la Revista Estanquero (1946-1954)”. Boletín de la Academia Chilena de la historia. (64). 337-384.

[7] Información extraída de la página oficial de Miguel Serrano. Recuperada de: https://www.miguelserrano.cl/site/la-antartica-y-otros-mitos/

[8] Besoky, J. (2019) “De Maurras a Perón: A trajetória intelectual de Jaime María de Mahieu e sua influência no nacionalismo argentino” En Bohoslavskym E. Boisard, S. Patto, R. (Ed.) Pensar as Direitas na América Latina. Argentina: CONICET, pp. 483-504. Disponible en: https://ri.conicet.gov.ar/handle/11336/149620

[9] Serrano, M (2002). “La falsificación de Hernán Hesse”. El mercurio, 10 de marzo. Recuperado de: http://www.letras.mysite.com/serrano240402.htm    

[10] Gutiérrez, S. (1988). “Nazi chileno asegura que Pinochet está derrotado”. Fortín Mapocho, 16 diciembre. Recuperado de: https://www.bibliotecanacionaldigital.gob.cl/visor/BND:176778

[11] Información recuperada de su página web: https://www.lapalabraisraelita.cl/

[12] Ignacio Carrera Pinto Ediciones, 2023. Lanzamiento del libro: «Las visitas de Miguel Serrano» / José Miguel

Serrano. YouTube. Accedido el 20 de julio del 2024, https://www.youtube.com/watch?v=kha2kQskASI

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